/ mayo 31, 2020/ Ciudad de Guatemala, Consejo Saludable, COVID-19, Villa Nueva

El Día Mundial sin Tabaco es una fecha dedicada a reducir su consumo, así como concienciar sobre los efectos negativos en la salud de las personas por su consumo o exposición al humo que produce.

Cancer, enfermedades crónicas, tuberculosis, contaminación y afecciones a largo plazo en segundas personas, son consecuencias del tabaco en la salud pulmonar, que a nivel mundial deja un aproximado de 8 millones de muertes al año, según la Organización Mundial de la Salud.

La lucha a nivel mundial en el área de salud por reducir su consumo, engloba diferentes acciones para que las personas conozcan el riesgo de consumir tabaco y su letalidad. Se realizan campañas con mensajes sobre sus resultados negativos, el daño que causa en quien lo consumo como quienes se encuentran a su alrededor, espacios limitados para su consumo y en algunos países se ha prohibido la publicidad al respecto.

Dejar de fumar

Como cualquier hábito, es difícil de eliminar, pero no imposible de abandonar. Primero es importante conocer que la adicción o dependencia al cigarro está vinculada a la nicotina, una droga altamente adictiva en quienes la consumen.

La nicotina aumente el ritmo cardiaco al consumirla, posteriormente provoca depresión y sensación de cansancio, por lo que busca consumirle de nuevo.

Para dejar de fumar existen diferentes recomendaciones como proponer fechas para ciertos cambios, lava o cambia la ropa que tenga el olor a cigarrillo impregnado, desechar los cigarros y principalmente, buscar acompañamiento psicológico para enfrentar este difícil proceso.

Esfuerzo personal, beneficio para todos

El humo que produce su consumo afecta a las personas que se encuentran expuestas a él, aún sin consumirlo, están propensos a padecer los mismos problemas pulmonares. Ya sea en el hogar, trabajo o espacios públicos, con una persona que consuma recurrentemente este producto, está afectando la salud de todas las demás personas.

Anualmente, se estima que 1.2 millones de personas mueren por problemas pulmonares sin ser consumidores directos de tabaco. Por lo que su reducción de consumo, además de traer beneficios personales, las personas que conforman su círculo social tendrán menor probabilidad de sufrir complicaciones respiratorias.

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