Servir a las poblaciones vulneradas, mediante la provisión de atención médica integral, desarrollo y empoderamiento comunitario; guiándonos por nuestro compromiso con los principios cristianos de amor y servicio, trabajando para  mejorar la calidad de vida de los destinatarios.

 

Ser lideres en un modelo replicable de salud y desarrollo integral para poblaciones vulneradas siendo un faro de         esperanza y transformación.

 

Promoción de los Derechos Humanos: Defendemos y promovemos los derechos
fundamentales de todas las personas, asegurando que las comunidades vulnerables sean respetadas y protegidas.

Gobernanza: Mantenemos una estructura organizativa transparente y responsable para gestionar eficientemente nuestros recursos y asegurar una toma de decisiones justa.

Cultura de Paz: Fomentamos relaciones fraternas, contribuyendo a un entorno de
respeto y cooperación, promoviendo la resolución pacífica de conflictos.

Justicia: Trabajamos para disminuir desigualdades y garantizar un trato equitativo para todos, buscando soluciones que promuevan la equidad y la inclusión.

Dignificación de las Personas: Trabajamos para restablecer la dignidad de las personas como hijos e hijas de Dios, y reafirmamos su derecho a una vida digna.

Acciones de empatía, compasión y solidaridad para contribuir a aliviar el sufrimiento de los más vulnerados que        permitan restituir su dignidad como personas hijas e hijos de Dios.

 

Tratar a cada persona con dignidad y respeto, promoviendo la igualdad y el cuidado genuino en todas nuestras interacciones.

 

Esfuerzo por cambiar la injusticia social que afecta a los más necesitados, trabajando para corregir desigualdades y ofrecer oportunidades para una vida más justa.

 

Actuar con honestidad y transparencia, manteniendo altos estándares éticos y siendo responsables en el uso de los recursos.

 

   

Crear un entorno donde todas las personas se sientan bienvenidas y valoradas, asegurando que nuestros servicios sean accesibles para todos.