La Congregación de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús nació el 14 de noviembre de 1880 en Codogno, Italia, fundada por Santa Francisca Javier Cabrini. Madre Cabrini soñaba con llevar el Evangelio hasta China, pero el Papa León XIII la animó a dirigir su misión hacia Nueva York, donde miles de inmigrantes italianos vivían en condiciones de gran necesidad.
Con un corazón abierto y espíritu incansable, Madre Cabrini llegó a Estados Unidos el 31 de marzo de 1889 y comenzó su labor entre los migrantes, creando escuelas, hospitales y obras sociales que respondían a las realidades más urgentes de la época. Su compromiso pronto la llevó también a América Latina. En 1891, antes de llegar a Sudamérica, fundó un colegio para señoritas en Nicaragua, abriendo así la presencia de la Congregación en Centroamérica.

En noviembre de 1969, Guatemala recibió a las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón gracias a la visión de la Hermana Regional Antonieta Gabutti. Su primera misión se desarrolló en la Zona 6 de la Ciudad de Guatemala, en la parroquia San Juan, donde iniciaron un trabajo pastoral cercano a las familias del sector.
Con el tiempo, nació el Dispensario San José – Obra Social Madre Cabrini, que empezó con atención médica algunos días por semana y fue creciendo hasta convertirse en un espacio integral de salud y servicio comunitario. Además de la atención médica, las hermanas acompañaron procesos de formación ciudadana y ética en escuelas públicas, promovieron la catequesis sacramental, impulsaron la pastoral juvenil y vocacional, y organizaron grupos de reflexión bíblica y liderazgo comunitario.
El compromiso con la comunidad fue ampliándose con programas sociales que hoy forman parte de la identidad Cabrini en Guatemala: atención al adulto mayor, capacitaciones a mujeres contra la violencia intrafamiliar, talleres productivos y de manualidades, así como proyectos de educación y acompañamiento a niñas y niños.
Presencia en Villa Nueva
La misión se extendió a Villa Nueva con la inauguración del Dispensario Madre Cabrini el 4 de agosto de 1997, en la aldea Bárcena. Allí, las hermanas se integraron a la vida parroquial y a la formación de líderes comunitarios, con especial atención al fortalecimiento de las mujeres.
Hoy este centro es un espacio de atención integral, que combina servicios médicos con programas de formación, educación y acompañamiento a personas de todas las edades. Niñas, niños, mujeres y adultos mayores encuentran aquí un lugar seguro para crecer, aprender y recibir apoyo en sus necesidades más importantes.

Francisca Javier Cabrini nació el 15 de julio de 1850 en Sant’Angelo Lodigiano, Italia, en el seno de una familia campesina profundamente cristiana. Desde niña escuchaba con entusiasmo las historias de los misioneros, y en su corazón fue creciendo el anhelo de llevar el Evangelio hasta China. Aun siendo pequeña, se propuso prepararse para esa misión con dedicación y entrega.
En su juventud colaboró activamente en la vida parroquial junto a su hermana Rosa, quien fue su primera guía espiritual. Más adelante se graduó como maestra y, por solicitud de su párroco, inició su labor docente. Su camino la llevó después al Hogar “La Providencia”, donde durante seis años acompañó y educó a niñas huérfanas.
Su vocación misionera se confirmó cuando el Obispo Juan Bautista Scalabrini la invitó a atender a los migrantes italianos en Estados Unidos. Tras una audiencia con el Papa León XIII, recibió la bendición y el envío para fundar el Instituto de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús en tierras norteamericanas.
En Estados Unidos, Madre Cabrini desplegó una labor incansable: fundó hospitales, escuelas, orfanatos y obras sociales para responder a las múltiples necesidades de los migrantes. Visitaba a los enfermos, acompañaba a los presos y estaba presente en los lugares más olvidados, incluso entre quienes trabajaban en minas y en la construcción de vías férreas.
Convencida de que la educación de la mujer era esencial para formar nuevas generaciones de ciudadanos cristianos, en 1891 fundó el Colegio La Inmaculada en Granada, Nicaragua, marcando así el inicio de la presencia Cabrini en Centroamérica.
Madre Cabrini murió en Chicago el 22 de diciembre de 1917. Fue beatificada en 1938 y canonizada en 1946, convirtiéndose en la primera ciudadana estadounidense elevada a los altares. El 8 de septiembre de 1950, fue proclamada Patrona Universal de los Migrantes, un reconocimiento a su vida dedicada al servicio y la esperanza de quienes dejaron su tierra en busca de un futuro mejor.