El programa busca crear espacios seguros y acogedores donde las personas de la tercera edad puedan compartir su fe a través de la oración y la reflexión, mientras disfrutan de momentos de recreación, socialización y actividades que fortalecen sus habilidades motrices.

Además, se promueve la participación familiar, permitiendo que los seres queridos se involucren en la atención y acompañamiento del adulto mayor. Las hermanas y voluntarias que coordinan el proyecto animan a los participantes a descubrir y mostrar sus talentos, ya sea cantando, bailando, recitando poemas o participando en otras actividades, reforzando así su autoestima y valoración personal.

El programa combina estrategias presenciales y virtuales, adaptándose a cada establecimiento para ofrecer una atención personalizada y cercana. Entre sus actividades rutinarias destacan:

  • Actividad física: ejercicios adaptados a cada edad, en grupo, que promueven el bienestar físico y la motivación para mantener el cuerpo activo.
  • Actividad de reflexión: sesiones semanales por Zoom donde se retoma la oración, la palabra de Dios y ejercicios que fortalecen habilidades motrices.

El programa trabaja en conjunto con “Calidad de Vida”, proyecto que ofrece servicios de salud integrales, chequeos médicos y reducción de costos en atención dentro de los dispensarios, garantizando un cuidado completo para los adultos mayores.