Con ojos curiosos y una energía imparable, 86 niños y niñas del programa Chispa Modificado vivieron una jornada inolvidable en el Museo del Niño. Rodeados de colores, juegos interactivos y espacios llenos de imaginación, cada pequeño encontró un lugar donde explorar, aprender y soñar.
Durante el recorrido, los niños participaron en diversas estaciones diseñadas para estimular sus sentidos y aprendizajes. Desde espacios de ciencia y tecnología, hasta áreas de arte, comunicación y vida cotidiana, cada rincón ofrecía una oportunidad para descubrir el mundo desde su propia experiencia. Este tipo de vivencias no solo refuerzan conocimientos escolares, sino que también alimentan la autoestima, la creatividad y el deseo de aprender en libertad.
La visita fue pensada para brindarles una experiencia educativa y recreativa que despertara su creatividad, reforzara sus aprendizajes y les ofreciera un entorno diferente al que enfrentan día a día. Entre sonrisas y descubrimientos, demostraron que la niñez tiene un enorme potencial cuando se le brinda la oportunidad de crecer con dignidad y alegría.
Esta hermosa vivencia fue posible gracias al apoyo de la Municipalidad de Guatemala, quienes hicieron realidad esta salida significativa para nuestros niños y niñas del Dispensario San José.
