Termina un año más y es momento de hacer un análisis personal de lo que hemos logrado, que cosas fueron difíciles y cuales otras nos hicieron crecer en todo sentido. Sin duda, es una oportunidad para poder continuar este proceso en un nuevo ciclo, acompañado de nuevas experiencias.
Es importante plantearnos metas a inicio de año para poder generar cambios positivos a nuestra vida, pero tomando en cuenta la realidad en la que nos encontramos. Uno de los consejos básicos es que estos propósitos sean alcanzables o reales. En lugar de proponernos ser millonarios, o ganar la lotería, podemos pensar en comenzar un pequeño negocio que nos ofrezca la oportunidad de tener un ingreso extra.
Pero más allá de proponer un objetivo cada año, debemos estar atentos a cumplirlo y hacer un análisis de nuestras acciones para saber si lo logramos o si estuvimos cerca. Y este mes de diciembre es el más adecuado, pues el fin de año está asociado a cerrar etapas.
Entonces ¿cómo podemos saber si tuvimos un avance o retroceso durante el año? Pues evaluando todo lo que puede afectarle que dependa de mi y las cosas que necesitamos intercedan por nosotros. Debemos también estar atentos a si durante el año prestamos atención a lograrlo o solamente fue por la emoción de un nuevo inicio.
Recuerda que no es un castigo no lograrlas, pero es necesario hacer lo mejor que podamos para lograrlas. Ante todo si tenemos familia, pues nuestras acciones pueden generar un cambio positivo en nuestro hogar, como ejemplo o simplemente que esta meta beneficie también a otros.
Asi que en este fin de año 2020, tomemos unos minutos para evaluar que cosas no salieron como esperábamos, cuales otras se vieron afectadas por la pandemia por COVID-19 y cuales están pendientes que podamos atender el próximo año.