La actividad física es uno de los pilares fundamentales en la salud de las personas, pues si se realiza de manera constante, mejora ampliamente la calidad de vida en las personas.
Mantener activo nuestro cuerpo, desde actividades sencillas como caminar o subir escalares hasta actividades más complejas como practicar algún deporte o tener una rutina completa, tienen incidencia en nuestra salud corporal como en la mental.
Actividad física es todo movimiento que ayude a gastar energía o quemar calorías, acomodando su intensidad según las necesidades de cada persona. Estas actividades deben ser adecuadas y acomodadas a cada persona tomando consideraciones como la edad o el peso.
El mantener el cuerpo activo, es una forma preventiva para el cuidado de nuestra salud, pues de esta forma se reduce la posibilidad tener sobrepeso, obesidad, diabetes, osteoporosis y padecer alguna afección del corazón.
El tiempo que estamos sentados viendo televisión o cuanto caminamos de nuestro hogar a otros destinos; una evaluación de nuestra rutina nos demostrará que tan activos o sedentarios somos y así poder actuar a favor de nuestra salud a tiempo.
No debemos iniciar una práctica física o deportiva sin conocer el estado actual de nuestro cuerpo, así como las condiciones de cada individuo. Dependiendo de nuestra condición física, edad o peso, así será la carga física a realizar. En esta nota encontrarás las recomendaciones realizadas por Clara Castañeda, estudiante de la Escuela de Nutrición de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Finalmente, no olvidemos que los ejercicios por si solos no logran todos los resultados, es vital ingerir suficiente agua, consumir alimentos saludables en medidas adecuadas y reducir el consumo de productos que no contribuyen a nuestro bienestar.
Fotografía: T. Kumtanom